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viernes, 9 de septiembre de 2011

Reflexiones.

Si voy muy atrás en el tiempo hasta los años de mi infancia creo que toda mi vida me han acompañado los jilgueros en especial y ya haces michos años las demás aves silvestres de canto. Creo que en todos los días de mi vida he escuchado el canto de un jilguero en mi casa, exceptuando el tiempo que viví en el servicio militar.

Hace ya muchos años que aquel chaval con su "bici" de hierro sin frenos recorría los campos para poder capturar algún que otro Jilguerillo en los bebederos.

Hoy vivo la afición a este hermoso pájaro de una manera mas pausada pues ya queda en el recuerdo cuando siendo un chaval tenia en casa de mi Madre la friolera de cuarenta pájaros entre jilgueros, verdones, algún que otro pardillo y específicamente algún verdecillo ( Chamariz) y en su tiempo a mi querido Lugano. He pasado momentos malos, sobre todo cuando entro aquella enfermedad en mi casa y prácticamente me quede sin pájaros y con aquella edad pues vuelta a empezar. 

Hace años que ya no practico las capturas pues quizás con el paso de los años he aprendido mas a quererlos, y si cabe aún  mas, a respetarlos.Con mis tres "compañeros" de hace ya muchos años y algún Novel para continuar la afición me conformo. Siempre he disfrutado con limpiarlos , observarlos y deleitarme con su canto, algunos me han salido muy buenos y otros no tanto pero una vez que entran en mi casa y me encariño con ellos ya forman parte de la Familia. 

Algún que otro disgusto me han traído a la vida y alguna que otra discusión con mi Madre y con mi Mujer pues la historia entre los jilgueros y las mujeres nunca fue del todo buena, pero siempre han estado junto a mi y al final aunque a ellas les cueste reconocerlo también les cogen cariño.

Creo que hasta el final de mis días algún que otro jilguero me acompañara y alegrara con su canto y compañía  mi casa pues es difícil imaginar abrir la puerta y no escuchar sus trinos.

Espero haber compensado con mis cuidados y desvelos el haberles privado de la libertad y haber sido tan egoísta de querer tenerlos siempre cerca de mi.








Gracias por todos esos momentos que me habéis dado en esta vida.